Asociación Cultural Hijos de La Vereda

Bienvenidos a este blog sobre La Vereda, Matallana y El Vado, pueblos de la provincia castellana de Guadalajara.



Desde aquí podrás conocer aspectos de la geografía, historia, arquitectura popular y cultura tradicional de estos bellos pueblos de la Sierra de Guadalajara.


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lunes, 31 de octubre de 2011

GASTRONOMÍA TRADICIONAL (II) Repasto y puches de Todos los Santos

Puches de Todos los Santos
La noche y el día de Todos los Santos, 31 de octubre y 1 de noviembre, eran unas fechas importantes en el ciclo festivo tradicional de La Vereda y de tantos otros pueblos castellanos. En  La Vereda se celebraba "La Machorra", cena o "corrobra" de los mozos del pueblo en la que se hacía una caldereta con huevos y la carne del macho cabrío más viejo de los ganados de los vecinos. Se hacía un guiso o "repasto" con ello, y cenaban todos los mozos, siendo la noche en la que se incorporaba como nuevos miembros del "grupo de mozos" aquellos chavales que hubieran cumplido 14 años y que tenían la obligación de invitar a todos con una arroba de vino.
Igualmente, en estos días se hacían en las casas las "puches", una especie de gachas con miel:
3 cucharadas de harina
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de miel
500 ml de leche y 100 ml de agua
Se pone todo a cocer, removiéndolo todo hasta que se espese.
Con ellas, los mozos llenaban las cerraduras para evitar esa noche a las "ánimas", colocando calabazas huecas con luces en su interior en Las Salegas.

lunes, 3 de octubre de 2011

LA CURIOSA INFLUENCIA PORTUGUESA EN EL VADO

La Peña Bandoria o de la "bandurria", en portugués.
Situada bajo la Peña de las Guitarras, en el Arroyo Vallosera
Uno de los aspectos más curiosos de la toponimia de estos pueblos es la existencia de un número de topónimos o lugares con nombres de influencia portuguesa. El más claro y relevante es la Fuente de los Portugueses, situada en La Vereda, cerca del Arroyo Abajo y del Cruzado de los Caminos. No hay datos de su origen, pero ya está documentada en el Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752.
Otros términos de origen portugués son la Casa Marilipe, situada en Matallana, y del cual no hay más referencias. Marilipe parece ser un apócope o diminutivo de un nombre propio portugués.
La Peña Bandoria, situada en el Arroyo de Vallosera, ya cerca de El Vado, tiene su origen en el término portugués "bandoria" que significa bandurria. Curiosamente, muy cerca de allí, en la ladera situada al sur de Vallosera, también se encuentra la Peña de las Guitarras. Lamentablemente, será muy difícil averiguar el origen de estas curiosas y festivas denominaciones.
Otro topónimo de influencia galaico portuguesa es la denominada Era de la Mingurriana, siendo "mingurriana" un adjetivo equivalente a menudo, pequeño,...
Un término también de influencia gallega o portuguesa es la denominación de Las Escolaillas, como degeneración de "escoladillas".
Desde luego, toda una serie de palabras de origen gallego-portugués, algunos muy claros, como la propia Fuente de los Portugueses, que hacen sospechar de algún grupo de portugueses que se asentara en la comarca. Posiblemente fuera en la época de Felipe II, hacia 1580, cuando dicho rey era igualmente Rey de Portugal,  siendo un periodo de crecimiento económico en la zona y en el que vecinos de El Vado adquirieron una serie de terrenos según datos del Registro de la Propiedad de Cogolludo:
"39 tierras a nombre de Luis Moreno, Juan de Felipe el viejo, y más vecinos de El Vado, mediante escritura pública otorgada en fecha 24 de julio de 1589, ante el notario D. Toribio de Madrid, escribano en Alcalá de Henares, por D. Pedro de Tobar, en comisión del Rey Don Felipe. Folio 181, libro 70 moderno del Antiguo Régimen".
Curiosamente, en este siglo XVI, la familia Tovar, familia noble de origen castellano y asentada en Portugal, está muy relacionada con la monarquía portuguesa, a la que sirven un tal Pedro de Tovar a principios de siglo y un Sancho de Tovar e Silva hacia 1580. ¿Pudiera ser esa la relación?

domingo, 2 de octubre de 2011

LA SUCESIÓN DEL SEÑORIO EN 1629 VISTA DESDE EL VADO

Diccionario Genealógico de Familias Ilustres, 1860
El Señorío de El Cardoso, Colmenar y El Vado, pasó por una difícil época a principios del siglo XVII, cuando una serie de circunstancias hizo que la titularidad del Señorío pasara de una de las ramas menores de los Mendoza a otra familia cercana a ellos como son los Portocarrero.
Desde 1571 a 1628 fue titular del Señorío Juan Manuel de Mendoza y Luna de Padilla, Virrey de Nueva España y 3º Marqués de Montesclaros, sin duda alguna, el de mayor renombre en su historia. Pero a su muerte en 1628 se dieron una serie de circunstancias desafortunadas. Siendo niño había fallecido su hijo primogénito Juan de Mendoza y Luna de Mesía (1596-¿?1628), hijo de su primer matrimonio. En ese mismo año murió su hija y heredera al título, Isabel de Mendoza y Luna de Portocarrero, de su segundo matrimonio con Luisa Antonia Portocarrero, hija de su hermana Francisca de Mendoza y Luna de Padilla, y por tanto, sobrina suya. Este hecho hizo que sucediera en el título la hermana del Virrey,  Francisca de Mendoza y Luna de Padilla, casada con Luis Fernández Portocarrero, a partir de lo cual la titularidad del Señorío quedó bajo la influencia de la familia Portocarrero.
En los Libros Municipales de Cuentas del Concejo de El Vado, aparecen estos sucesos como reflejo de la dependencia señorial en una serie de referencias y notificaciones recibidas:
La primera aparece en el referido año de 1628 cuando se apunta el gasto "del pollino, jornal y comida del presente, y dos jornales de dos hombres de llevarlo, y de dar el pésame a la Marquesa de la muerte del Marqués". Una segunda referencia aparece en el gasto del "novenario que se hizo por el Marqués, mi señor, que esté en gloria".
Ese mismo año se apunta "gasto con el corregidor de Buitrago cuando tomó la posesión de su excelencia" . No hace más referencia sobre quién ostentaba en ese momento el título, pero al año siguiente, 1629, se apunta en los Libros de Cuentas: "gasto del peón de Colmenar que trajo la carta de que se había muerto la duquesa, mi señora, y de llevar la elección a Madrid". Parece ser que se trata de la hija Isabel de Mendoza y Luna de Portocarrero, quien estaba casada con su primo Rodrigo Díaz de Vivar Hurtado de Mendoza, pero que murió sin descendencia, no habiéndose consumado el matrimonio por su minoría de edad.
A su muerte, el título recayó en su tía y abuela, Francisca de Mendoza y Luna de Padilla, quien en 1630 envía una notificación al Concejo de El Vado para recabar cuentas como titular del Señorío, pero "compartiéndolo"  de alguna manera con su hija Luisa Antonia Portocarrero,  viuda del Virrey: "Escrito de fecha 17 de abril de 1630 del Contador de Dña. Luisa Ant. Fernández Portocarrero, Marquesa de la Guardia y Montesclaros, del Juez de Residencia y visita de cuentas de las villas y lugares del Estado de Montesclaros, nombrado por comisión de los señores don Antonio Fernández Portocarrero, dean de la Santa Iglesia de Toledo y don Antonio Portocarrero Enríquez Conde de ala Monclova en virtud del poder y en representación de Don Luis Antonio Fernández Portocarrero Bocanegra y Francisca Mendoza, su mujer, Conde de Palma y Marqueses de Montesclaros, para ver las cuentas de la Villa de El Vado.
Escrito al Concejo de la Villa de El Vado, 1630, del Contador del Estado de Montesclaros

Una historia familiar, algo enrevesada, y que tenía su fiel reflejo en los avatares de la vida municipal de El Vado, que concluía en 1631 sus cuentas con el gasto de "un cabrito que se llevó a su excelencia y se hace en razón de la manda que hace cuando va persona de esta villa a Madrid"