Asociación Cultural Hijos de La Vereda

Bienvenidos a este blog sobre La Vereda, Matallana y El Vado, pueblos de la provincia castellana de Guadalajara.



Desde aquí podrás conocer aspectos de la geografía, historia, arquitectura popular y cultura tradicional de estos bellos pueblos de la Sierra de Guadalajara.


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miércoles, 30 de junio de 2010

IGLESIA DE NTRA. SRA. DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, EN LA VEREDA (III)

En el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara se conserva el Libro de Cuentas de la Ermita de Ntra. Sra. de la Concepción, que abarca desde 1761 hasta 1840. En él se incluye un documento fundamental para la historia de la Ermita: se trata de la licencia del Arzobispado de Toledo dada el 4 de diciembre de 1759 para "ensanchar, alargar y embovedar la ermita de Nuestra Señora de la Concepción de La Vereda, y para bendecirla, y poder celebrar el sacrificio de la Santa Misa".
Este documento nos permite indicar que hasta ese momento la Ermita de La Vereda podría consistir en lo que ahora es la Capilla Mayor del templo, construyéndose en esos años la nave, el pórtico y la sacristía, así como realizarse el cielorraso de escayola que se ha conservado hasta la rehabilitación de 2007.
Otro dato importante que nos descubre este libro de cuentas es el dato que proporciona el Inventario de sus posesiones realizado el 6 de julio de 1769. En él se indica que en 1611, "siendo mayordomo de esta Ermita de La Vereda Juan de Mondragón, se vendió una tierra en el Collado, estando dedicada entonces la ermita a San Bartolomé". Este dato se da como transcripción de un libro de cuentas más antiguo que no se ha conservado.
Así descubrimos que hasta mediados del siglo XVII la dedicación de la ermita de La Vereda es San Bartolomé. La causa de esta dedicación nos hace remontarnos a una época anterior a 1373: desde aproximadamente el año 1100 existe en la villa de Sepúlveda una iglesia románica dedicada a San Bartolomé, siendo la segunda iglesia datada en dicha ciudad. Hasta nuestros días ha pervivido la fiesta de los diablillos de San Bartolomé, celebrada en Sepúlveda la noche del 23 de agosto. Por tanto, no es muy arriesgado suponer que el hecho de la primitiva dedicación de nuestra ermita a San Bartolomé se deba a la repoblación realizada por los sepulvedanos en estas tierras. Esto nos hace retroceder la fundación de la ermita y por tanto seguramente de La Vereda a una fecha muy temprana, anterior sin duda a 1373, año en el que El Vado pierde definitivamente toda relación con Sepúlveda, al pasar a manos de Pedro González de Mendoza.
El cambio de dedicación se debió realizar hacia 1650, cuando las Cortes de Castilla (1621) y las bulas de Gregorio XV (1622) y Alejandro VII (1661), defendieron la Inmaculada Concepción de María, y por tanto habría un ambiente religioso popular favorable. Así en el Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1752, se habla ya de la Ermita de Ntra. Sra. de la Concepción, detallando propiedades de la Imagen como algo totalmente establecido.
DE 078 Libro de Cuentas Ermita Ntra. Sra. Concepción. Archivo Histórico Provincial de Guadalajara.

IGLESIA DE NTRA. SRA. DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, DE LA VEREDA (II)



La primera mención registrada de la antigua Ermita de La Vereda la recogen los Libros de Cuentas de la Parroquia de Santa María del Vado, en 1561, cuando el visitador eclesiástico dicta que dicha Ermita de La Vereda haga un ingreso en las cuentas de la Iglesia de El Vado.
Unos años más tarde, en 1565, el mismo visitador eclesiástico ordena "en cuanto en La Vereda hay buena vecindad y no tienen campana para hacer señal, se compre un esquilón". Dos datos importantes a tener en cuenta: en primer lugar se indica que en La Vereda hay una población apreciable, y en segundo lugar, se muestra que la referida Ermita va ampliando su primitiva configuración.
En 1570 aparece otra anotación en los referidos libros de cuenta parroquiales en los que se hace cargo de un gasto para "Juan Martín Sacedón, vecino de La Vereda, del préstamo a los vecinos de La Vereda, por la lámpara que se hizo en la iglesia de La Vereda".
DE 078 Libro de Cuentas Ermita de Ntra. Sra. de la Concepción. Archivo Histórico Provincial de Guadalajara
DE 081 Libro de Cuentas de Santa María del Vado. Archivo Histórico Provincial de Guadalajara



IGLESIA DE NTRA. SRA. DE LA CONCEPCIÓN, EN LA VEREDA (I)


La Iglesia de Ntra. Sra. de la Inmaculada Concepción, en La Vereda, se compone de una única nave cubierta a dos aguas, y Capilla Mayor cuadrada separada de la anterior por arco triunfal de medio punto rebajado sobre pilastras cuadradas, rematada al exterior por un saliente rectangular correspondiente a una hornacina interior, y cubierta a cuatro aguas.

A esta sencilla disposición, se le añade en su fachada sur un rústico pórtico realizado con sencilla estructura de madera, y una pequeña estancia cuadrada dedicada a sacristía, formando todo ello un armonioso conjunto.

A los pies coro alto de madera, y sobre el mismo una esbelta espadaña con un único hueco de medio punto para la campana. La portada se resuelve mediante arco de medio punto sobre cornisa rectangular resaltada, enmarcada en un alfiz de tipo gotizante. Puerta de madera con enclavaduras, y cancela centrada.

El interior, antiguamente con solado de baldosas de barro y ahora enlosado con lajas de pizarra, se cubre mediante armadura de madera de par y nudillo en la nave, y rústicas cerchas de madera en la Capilla Mayor, que, sobreelevada, se cubría hasta 2007 con un cielorraso de escayola, remarcando la hornacina situada sobre el Altar adosado al muro. Tres únicos huecos iluminan su interior, aparte de la entrada: uno situado en la Capilla Mayor, orientado al sur; otro en el lado norte de la nave, y el último sobre el coro alto bajo la espadaña.

Se observa en todo el conjunto un cuidado detalle en cuanto a las soluciones de aleros, zócalos, cubiertas, etc., dentro de la Arquitectura Negra más pura, en cuanto a la propia construcción en muros de pizarra, cubiertas y estructuras de madera, y cobertura del tejado de lajas de pizarra, con la característica solución de cumbrera de lajas encontradas unas contra otras.

martes, 29 de junio de 2010

SAN PEDRO

29 de junio, San Pedro Apostol, fiesta grande de La Vereda. Por la mañana, se realizaba el recuento de cabras para subirlas a los pastos de verano situados en La Cerrada, y por la tarde se hacía lo mismo con las colmenas. El hecho de que en los pueblos ganaderos de la zona se realizará este mismo día las mismas tareas de recuento de ganado, y de que se considere a San Pedro como patrón de los pastores, podría explicar la consideración de San Pedro como patrón de La Vereda y su peculiar celebración junto con la Inmaculada Concepción.
Así, considerando el origen de La Vereda como paso ganadero de la Sierra hasta El Vado, y que dicha población pudiera haber surgido como consolidación de las viviendas temporales de los pastores en la zona, cercanas a los pastos de verano de la Peña Centenera, La Tornera, La Braña o La Cerrada, se puede explicar que se considerara a San Pedro como patrón de La Vereda. La posterior celebración religiosa del día de San Pedrillo, el día 3o, era la también lejana tradición de las "ledanías" o romerías votivas que realizaba el Concejo de El Vado a las ermitas de La Vereda y Matallana, según consta en sus Libros de Cuentas de los siglos XVI y XVII, en este caso, a partir de mediados de este último siglo, a la ermita dedicada ya a Nuestra Señora de la Concepción.

miércoles, 23 de junio de 2010

LA MAÑANA DE SAN JUAN

Mientras en Matallana se celebran las fiestas patronales de San Juan, con la Ronda de mozos, en La Vereda se cuenta todavía que en la mañana de San Juan había que levantarse temprano para ir a ver amanecer en las Eras de la Carrasca y el Piazo Chico, ya que esa mañana se podía ver como "bailaba" el sol, y se "respiraba un aceite" que hacía rejuvenecer. Además era el momento propicio de recoger la flor de la manzanilla con todas sus propiedades medicinales.

miércoles, 16 de junio de 2010

EL RAMO DE SAN JUAN Y SAN PEDRO























El Ramo es un elemento fundamental en las fiestas tradicionales de La Vereda, Matallana y El Vado. Se trata de un armazón de madera decorado con rosquillas "de baño" (parecidas a la de Santa Clara), ramas de cerezo con sus frutos y cintas de colores, que se ofrecían a los Patronos de estos pueblos. Las rosquillas eran recogidas casa por casa por la Ronda de mozos la mañana de la fiesta (se daba una rosquilla para el Ramo y otra para los mozos), estando preparado el Ramo a mediodía para participar en la procesión religiosa. Por la tarde era subastado al mejor postor entre vecinos y forasteros, siendo lo ofrecido para sufragar los gastos de la Iglesia y de la fiesta.
Etnográficamente el Ramo se encuadra dentro del culto a la fertilidad de la naturaleza, representada en el armazón de madera, antaño una rama de cierta envergadura, que se ofrece al Patrón como ofrenda de gratitud.
Este elemento tradicional está extendido por todo el norte de España (Asturias, Santander, León...), así como en zonas como Cáceres, Segovia,...También se ha conservado en pueblos cercanos de Guadalajara, como Valverde de los Arroyos en la Octava del Corpus, o en Retiendas en la fiesta de la Candelaria.
En nuestros pueblos está documentado el Ramo ya en 1681, en el Libro de Cuentas de la Ermita de San Juan, como ingreso, así como en 1757 y 1767 en el Libro de Cuentas de la Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias de El Vado, imagen que vemos en la parte superior.

SAN JUAN Y SAN PEDRO, PATRONES DE MATALLANA Y LA VEREDA


A finales del mes de junio se celebran las fiestas patronales de Matallana, el 24 de junio, San Juan, y de La Vereda, 29 de junio, San Pedro.
Ambas fiestas seguían hasta 1970 un mismo esquema de celebración: duraban dos días denominados San Juan y Sanjuanillo (24 y 25 de junio) y San Pedro y Sanpedrillo (29 y 30 de junio). El primer día se hacía el recuento de cabras para subirlas a los prados de verano en La Cerrada, y de colmenas, terminando la jornada con un gran baile. En el caso de La Vereda este se celebraba en la Casa de Villa, y se cantaban y bailaban interminables jotas serranas al son de los guitarreros, bandurrias, botellas y hierros.
El día grande empezaba muy temprano con la Ronda de los mozos por las diversas casas para recoger las rosquillas "de baño" con las que se componía el Ramo. Se tocaba la Jota Serrana en cada casa, invitando los dueños a pastas y el anís para los presentes. Se recogían dos rosquillas por cada casa, una para el Ramo y otra para los mozos.
A mediodía se celebraba la misa y la procesión correspondiente. En La Vereda, aunque la fiesta estaba dedicada a San Pedro (desconocemos todavía el porqué de este patronazgo), en la procesión, sin embargo, se llevaba la Imagen de la Inmaculada Concepción, titular de la Ermita desde aproximadamente 1650. Tras el breve recorrido, se subastaban las andas y las "cintas" que adornaban la Imagen antes de la entrada en la Iglesia.
Por la tarde terminaba la fiesta con la subasta del "Ramo", armazón de madera adornado con las rosquillas recogidas y con cintas y ramas de cerezo, junto al viejo olmo situado frente al portalillo de la Iglesia. Lo recogido se dedicaba a los gastos de la Iglesia.
Unas fiestas con unos antecedentes documentados en los Libros de Cuentas del Concejo de El Vado, en los que desde 1589 se cuenta como gasto anual "las ledanías en La Vereda y Matallana, con gasto en comida del cura y del sacristán, del pendolero, crucero, cantores y en vino para los vecinos". Hay que indicar que "ledanía" en castellano significa romería en acción de gracias o de petición, asociada a una comunidad o junta de hermandad.
Desde 1989 la Asociación Cultural Hijos de La Vereda organiza dichas fiestas patronales, el último domingo de junio, celebrando San Juan, San Pedro y la Inmaculada Concepción, y en la que se vuelven a reunir los antiguos vecinos y sus descendientes de La Vereda, Matallana y El Vado.

viernes, 11 de junio de 2010

SAN BERNABÉ


El 11 de junio, San Bernabé, suponía para estos pueblos serranos el inicio de la tarea del esquileo. Era a partir de hoy, y no de otro día, cuando se empezaba a liberar a las ovejas de la preciada lana que luego se cardaría y se prepararía en las rústicas ruecas para llevarla hecha ya ovillo a los telares de Valverde.
La razón nos la da un viejo refrán: "Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo". Es decir, hasta que no se pasará la época de posibles fríos y heladas, no se podía quitarles su "abrigo" natural a las ovejas, para evitar que una helada postrera las hiciera enfermar o morir. Y el cuarenta de mayo, es el 9 de junio. A partir de esta fecha se empezaba con esta tarea, teniendo la tradición de comer ese día un cocido con la lengua del cochino de la matanza del año anterior.
En la imagen, las "teinas", es decir, casillas para el ganado, situadas en los prados de verano del Lomo La Jara, en La Vereda.

miércoles, 9 de junio de 2010

EL VADO EN LA FAMILIA MENDOZA (I)



El 4 de mayo de 1375 se firma la escritura de arras del matrimonio de María de Castilla, hija del rey Enrique II de Castilla, y Diego Hurtado de Mendoza, hijo de Pedro González de Mendoza. En ella Pedro González de Mendoza ofrece como arras a María, y luego al matrimonio, los lugares de "el cardoso, y el colmenar y el vado".
Segunda mención en la historia de El Vado, y nada menos que como arras en el matrimonio de una hija del rey. Sin duda, el antiguo ochavo de Colmenar, El Vado y El Cardoso, era sin duda en el siglo XIV una posesión preciada, como paso desde el norte al sur de Castilla a través de la Sierra.
El 26 de abril de 1379 se firma en Santo Domingo de la Calzada la donación que hacen al matrimonio los respectivos padres de los lugares ofrecidos como arras, entre ellos El Vado.
Ambos documentos se conservan como testimonios realizados en 1422, dentro del Archivo del Ducado del Infantado, en el Archivo Histórico Nacional.

sábado, 5 de junio de 2010

EL VADO ENTRA EN LA HISTORIA






El 15 de febrero de 1373 la reina Juana Manuel, esposa de Enrique II de Castilla, como Señora de Sepúlveda, permuta con D. Pedro González de Mendoza los lugares de "el Colmenar de Sepulvega e el lugar del bado y el cardoso" por los lugares de Colmenar Viejo (Madrid), el Grajal y Colmenarejo.
Esta permuta fue confirmada por el rey Enrique II el 30 de septiembre de 1375.
Es la primera referencia conservada de El Vado, según la copia realizada en el siglo XVIII por el prestigioso genealogista D. Luis Salazar de Castro, de los documentos originales del Archivo de la Casa del Infantado, en pergamino, con una cinta de seda verde de la que colgaba un sello de cera ovalado, representando de un lado a la Reina con el cetro en la mano, y del otro el escudo de Castilla y León. El documento original no se ha encontrado en el Archivo Histórico Nacional, pero si dicha copia en la Real Academia de la Historia. Esta permuta fue confirmada por el rey Enrique II el 30 de septiembre de 1375.
Por fin aparece El Vado en la historia, como perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda conjuntamente con El Cardoso y Colmenar de la Sierra, con los que conformaría una de las ocho divisiones que comprendía dicha Comunidad, de ahí que se denominaran "ochavos". Como curiosidad actualmente sigue vigente dicha Comunidad de Villa y Tierra formada por siete divisiones que siguen denominándose "ochavos" según la antigua tradición.
El Vado sería la población más al sur de Sepúlveda, siendo el "vado" o paso sobre el río Jarama para los rebaños de ovejas trashumantes, por lo que cobraría importancia como lugar de paso obligado hacia el sur, hacia los pastos de invierno.
A partir de este documento El Vado se desliga de Sepúlveda pasando a engrosar las propiedades de Pedro González de Mendoza, el fundador en Guadalajara de la poderosa familia que dominaría gran parte de Castilla durante los siglos XV y XVI.
Colección Diplomática de Sepúlveda. Emilio Sáez. Diputación de Segovia.
Colección Luis Salazar. Real Academia de la Historia.

viernes, 4 de junio de 2010

LA ARQUITECTURA NEGRA DE LA VEREDA Y MATALLANA

















Se denomina "arquitectura negra de Guadalajara" a la arquitectura tradicional realizada en el extremo noroccidental de dicha provincia, en torno a la Sierra del Ocejón. Se caracteriza por el uso masivo de la pizarra, tanto en muros como en tejados. La Vereda y Matallana son dos ejemplos extraordinarios de este tipo de arquitectura popular.

Esta configuración da lugar unos núcleos urbanos totalmente caracterizados con el paisaje, conformados por grandes volúmnes, cubiertos por extensos faldones de lajas de pizarra situados sobre sólidos muros de pizarra con escasos huecos. La estructura de las edificaciones se realiza de este modo con muros de pizarra con mortero de barro, y entramados de madera en su interior que dan lugar a los forjados de planta y a las techumbres de madera. Al exterior se abren escasos huecos para protegerse de las inclemencias del tiempo, apareciendo grandes recercados de madera en puertas y ventanas.

La tipología edificatoria se compone de viviendas, casillas (para guardar el ganado), pajares y cortes (pequeñas construcciones para guardar los cochinos). Muchas veces aparecen unos grandes volúmenes que cobijan en su interior diferentes tipos de edificios. Al exterior de las viviendas pueden aparecer pequeños recercados o corrales, normalmente enlosados, al que pueden abrir dichas casilla o pajares.

El interior de las viviendas se distribuye a través de una zaguán en alcobas y sala, la cocina a la que abre la boca del horno, las "trojes" o cubículos para el grano, y la cuadra al fondo de la vivienda. La planta superior o "cámara", a la que se accede desde empinadas escaleras de madera, y situada bajo las grandes cubiertas, se utilizaba como almacén de forraje.
Si la tipología es de dos plantas, la cocina puede situarse en la segunda planta para mejorar la ventilación.

Para conocer más sobre este tipo de arquitectura es interesante el siguiente libro:
"Guía de la arquitectura negra de Guadalajara". Nieto Taberné, Tomás. Ed. Aache. 1998.

miércoles, 2 de junio de 2010

PRIMERAS REFERENCIAS (y III)


Entre 1330 y 1350 el rey Alfonso XI ordena redactar el Libro de Montería en el que se describen los montes y zonas de caza de los reinos de Castilla y de León. En el apartado dedicado a los montes de Sepúlveda se describen las sierras de "la Tornera", con la Loma de "los Perdigones", las "Peñuelas" y el "Encinoso", todo ello situado en las serranías que están frente a La Vereda, junto a la Peña Centenera.

Igualmente en este apartado se describe una cacería en la que participó el mismo rey Alfonso XI y en la que cazaron dos osos en la "Foz de Val Osera", es decir en la hoz de Vallosera (traducido como Valle de los osos o de la osera), junto a la "Caxa de la Cerrada".

Una imagen de dicho monte de la Cerrada, bajo el pico de "La Tornera" , y en la que todavía se conservan las paredes de las viejas "teinas" o casillas de ganado que pudieron ser aquella "Caxa de la Cerrada" del año 1350, con el cerro del Alcotán en primer término, la podemos ver en la parte superior.

Pero todavía sigue sin aparecer El Vado, La Vereda o Matallana, oficialmente hablando.

PRIMERAS REFERENCIAS (II)

En 1305 el territorio de El Vado aparece comprendido en la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, en la actual provincia de Segovia, según los límites que describe el Fuero Extenso de esta villa castellana:"e desde Loçoya el arroyo de Valdelacasa arriba e por medio de la sierra, e va a Valdelapuerta e dende va a do nace el arroyo de Valdesotos (Collado de Hontanar), et del arroyo ayuso da en Xarama (aguas abajo de El Vado). Et Xarama ayuso como sale derecho por medio de la Xara (la Jara del Vado, pasado el antiguo puente) e va a los Alanchetes...."
Esta descripción coincide con el límite sur actual de La Vereda con Valdesotos, que va desde el Collado de Hontanar a través de la Sierra por la que discurre la actual pista forestal hasta aproximadamente el encuentro del arroyo Vallosera con el río Jarama, y cruzando el antiguo puente, por la Jara del Vado, hasta Tamajón. Pero sigue sin aparecer los nombres de El Vado, o La Vereda o Matallana.

EL CONCEJO DE EL VADO Y SU TIERRA



El antiguo Concejo de El Vado y su Tierra engloba las poblaciones de El Vado, La Vereda y Matallana. Dicho concejo, también llamado desde el siglo XVI El Vado y sus Barrios (La Vereda y Matallana), administra un territorio que va desde el río Jarama hasta la Serranía de la Loma del Royuelo, Sierra Elvira y Peña Centenera, al sur, y hasta la Tornera y al cerro de San Cristobal, al noroeste.

En 1850, tras el final del Antiguo Régimen de Señoríos, se instaura el Ayuntamiento constitucional de El Vado, del cual podemos ver el sello registrado en el Archivo Histórico Nacional.
En 1950, al ser anegado la mayor parte del pueblo de El Vado por el Pantano que lleva su nombre, el ayuntamiento pasa oficialmente a La Vereda, cambiando la denominación del municipio, sin modificarse su territorio.

Ya en 1972, tras la expropiación forzosa de la mayor parte del territorio municipal, el Ayuntamiento de La Vereda desaparece y estos pueblos se integran en el Ayuntamiento de Campillo de Ranas.

martes, 1 de junio de 2010

LAS PRIMERAS REFERENCIAS (I)


En el siglo XI Alfonso VI conquista para Castilla estas tierras iniciándose el periodo repoblador cristiano formado fundamentalmente por castellanos, leoneses, gallegos y asturianos. De igual modo se funda en las cercanías el Monasterio de Santa María de Bonaval que en 1164 es concedido por Alfonso VIII a una comunidad cisterciense para servir de barrera a una ya improbable invasión musulmana. En la descripción del término de dicha concesión, según escritura de 1175 realizada en Fitero, encontramos la primera referencia a un lugar de estos pueblos de El Vado, La Vereda y Matallana: así a los monjes se les concede las tierras "desde la Yglesia de Arretiendas (Retiendas), directamente asta el MOLINO del lugar de Tamajón situado en la Sierra, y por la otra parte desde la misma Yglesia, en derechura hasta el camino de Guadalaxara, como corrían las aguas en el término de la villa de Uzeda, y a la otra parte desde el Valle de Sotos (Valdesotos), hasta la SIERRA DE ELVIRA, y de dicho valle a la Serranía, transitando más allá de ella, hasta el valle de Muratel (Muriel), en el Sorbe".
La referencia más clara es "la Sierra de Elvira", nombre que ha llegado hasta nuestros días como Arroyo de Sierra Elvira, también llamado de los Nogales, que nace en el Collado Hontanar y desemboca en el Arroyo Vallosera, junto a la Puente que conduce hasta La Vereda. El siguiente punto es más difícil de comprobar, pero podemos suponer que ese "Molino del lugar de Tamajón situado en la Sierra", es el Molino de El Vado, situado junto al río Jarama.
Así se configura como límite de un supuesto lugar de El Vado, que todavía no es mencionado, desde el Collado Hontanar, frente a La Vereda, cruzando la Sierra hasta dicho Molino, que todavía puede verse junto al antiguo pueblo de El Vado cuando bajan las aguas del Pantano.








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