Puerta del Sol, de Santa María la Blanca. El Vado
Ventana de la Sacristía de Santa María la Blanca. El Vado
Uno de los aspectos que siempre pasa desapercibido en los pequeños pueblos y su intrahistoria, es el reconocimiento a todos aquellos artesanos y artistas que con su labor callada han hecho posible a lo largo de la historia ese patrimonio local de tantos pueblos y ciudades. Artesanos y artistas que no han llegado a la cumbre de la fama pero que contribuyeron con su pequeño trabajo a la difusión del arte de cada época de la historia.
Así, en nuestro caso de El Vado, La Vereda y Matallana, se puede recopilar un pequeño listado de nombres sacados de los Libros Parroquiales de Cuentas conservados en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara. La primera referencia a una persona de este tipo se hace ya en 1498, con la indicación del gasto en "las obras y en el maestro de capilla" de Santa María, referencia al que falta el nombre, quizá reminiscencia todavía del anonimato de la arquitectura medieval.
El primer nombre que se reconoce a pesar de la dificil escritura de la época es Juan ¿? Orense, bordador, al que se le pagó por unos ornamentos para la iglesia en 1544, posiblemente por un "frontal de damasco blanco del altar de Nuestra Señora y una casulla de tafetán con una cenefa de damasco blanco", encargados entre 1539 y 1543.
En ese mismo apunte aparece Juan de Lezcano¿?, cantero de Tamajón, por la realización de los pilares que se han de poner en la Iglesia en 1544, dándosele un plazo de "...hasta Santa María de Agosto".
En 1569 se anota el gasto de "el nuevo cáliz de consagrar, a Francisco Pérez de Tamajón", lo que nos hace sospechar de la existencia de un pequeño taller de platería en esta cercana villa. En un apunte cercano se aclara más sobre lo encargado: "descargo al mayordomo por pagar al platero por el cáliz, sobrecopa y viril de plata de la iglesia".
En 1579 se indica el cargo que se "pagó a Francisco de Cuebas, bordador, de la manga que se hizo en la iglesia, y del gasto en traer la imagen de Nuestra Señora y por el camino de un hombre que fue a Alcalá a por ella y una funda para la manga, y a lo de la manga". Parece ser que dicho bordador era de Alcalá, al igual que el escultor que realizó la talla de la Virgen del Rosario, de la cual se conserva una valiosísima fotografía.
En 1603 Juan Lozano, vecino de Tamajón, recibe un pago por "adobar las dos campanas de esta iglesia". En 1613 aparece el mismo nombre de Juan Lozano, pero por su "trabajo en el portal".
Pero no sólo aparecen nombres en la iglesia de Santa María del Vado; así entre 1679 y 1681 se hacen pagos a Juan de Palacios por el Retablo de San Juan en la Ermita de Matallana. Y entre 1688 y 1690 se le hacen pagos "por aderezar la ermita, al maestro de cantería Juan de Ricuba ¿?"
Y ya en 1764 y en la Ermita de la Majailla o de Ntra. Sra. de las Angustias, en las afueras de El Vado, se anota el gasto "por el Retablo, del tallista de Tamajón, D. José de Quintana"
Este mismo Retablo se debió dorar en 1770 por "Agustín Gordo y Franciso Anillo, de Torre de Veleña"
Pór último, en el Libro de Cuentas de Ntra. Sra. la Blanca, se apunta en 1763 el "gasto en la obra en el Altar Mayor, al escultor tallista José Quintana, por la compostura del Retablo", y en 1770 se le paga al mismo por "gasto en el cancel, a José Quintana, de Tamajón"