Asociación Cultural Hijos de La Vereda

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jueves, 3 de marzo de 2011

LOS "MAYORDOMOS" DE LA IGLESIA, ERMITAS Y COFRADÍAS

En el funcionamiento de las instituciones locales de los pueblos castellanos, tiene un carácter fundamental el aspecto participativo y comunitario de las mismas. Un aspecto que se refleja en la gestión económica de la propia Iglesia Parroquial y las diversas Cofradías que era llevada por un "mayordomo" elegido o nombrado entre los vecinos.
Este mayordomo era el encargado de llevar las cuentas de gastos e ingresos, en el caso concreto de la Iglesia Parroquial de Santa María la Blanca, en los llamados Libros de Fábrica. Aquí se apuntaban dichos gastos e ingresos que afectaban a la Parroquia, así como sus bienes, diferentes de los que pudiera contar el Beneficio del Curato que correspondían a los bienes y rentas que pudiera contar el Párroco de la Iglesia en cuestión.
Dichos mayordomos, en el caso concreto de la Parroquia, desempeñaban su cargo durante un año, variando a lo largo de los años el periodo abarcado. En algunas ocasiones se indicaba "...hasta el día de San Miguel, 29 de septiembre", otros "..desde San Juan de junio hasta el siguiente San Juan de junio". Lo que si quedaba claro eran las cuentas, que eran comprobadas al finalizar el mandato anual por el Visitador Eclesiástico, un religioso venido desde el Obispado, que daba por bueno el estado de la Iglesia, tanto en ornato del templo como en su funcionamiento, y las cuentas que reflejaba el mayordomo.
En cuanto a la elección del mayordomo, no existen datos concretos de cómo se realizaba excepto en el caso de la Cofradía de las Ánimas. En este caso, en 1769, el párroco en cuestión anota en el Libro de la cofradía que el mayordomo era elegido por el Párroco de Santa María entre dos candidatos propuestos por los Alcaldes de la Villa de entre los vecinos. Este cargo era anunciado el día primero del año durante la Misa Mayor. En este mismo libro se hace una anotación al principio del mismo, hacia 1761, en el que se indica que "reunidos en la Casa Ayuntamiento todos los vecinos, se aprueba que mientras haya vecinos que no hayan sido mayordomo de ánimas, no se pueda delegar en quien lo haya sido". Esto implica que todos los vecinos debían ser mayordomo en alguna ocasión, y que se realizaba una cierta elección o rotación entre los mismos.
Eso mismo parece indicar la anotación que hace el Visitador Eclesiástico de la Parroquia en 1534, cuando ordena "...a los vecinos del Bado, sopena de excomunión mayor...que el mayordomo para la dicha iglesia que no sea cada año mayordomo de Matallana sino que un año sea del Bado y otro año de la Bereda y otro de Matallana y así lo hagan y lo cumplan."
En el caso de los mayordomos de las diferentes Ermitas y Cofradías, su mandato solía ser por dos años, debido sin duda a su menor complejidad. Así se repite tanto en los Libros de Cuentas de San Juan como los de Ntra. Sra. de la Concepción o los de la Cofradía de las Ánimas del Purgatorio.
Este cargo de mayordomo subsiste prácticamente hasta la despoblación de estos pueblos, aunque su primitiva función de administración y contabilidad de la Parroquia o Cofradía es asumida desde mediados del siglo XIX por el Párroco o sacerdote encargado de la misma. Sin embargo mantiene su función de mantenimiento del templo o de la cofradía en cuestión, y del cuidado de sus bienes, sobre todo a partir de mediados del siglo XX cuando la presencia del sacerdote en estas tierras se limitaba a las fiestas litúrgicas principales y a administrar los sacramentos cuando era requerido por los vecinos.

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